Llegat Familiar de Llopart,
Mejor Vino de la Guia de Vins de Catalunya
Los catadores lo reconocen, además, como Mejor Espumoso, y Mejor Espumoso de Xarel·lo de la edición
En la imagen izquierda, y de izquierda a derecha: Jordi Bort, director general de Llopart, Xon Llopart y Josep Maria Llopart, dos de los cinco hermanos copropietarios de la bodega.
Llopart Llegat Familiar fue reconocido por la Guía de Vinos de Cataluña como el Mejor Vino de la Edición, el Mejor Vino Espumoso y el Mejor Espumoso de Xarel·lo, en un triple reconocimiento que se hizo público en la Gala de los Mejores que la Guía organizó el lunes 14 de octubre. En el acto, que tuvo lugar en la Sala Razmatazz de Barcelona, se dieron a conocer los vinos premiados de la edición 2025, que incluye 1.206 referencias. Con 9.91 puntos, el Llegat Familiar comparte podio ex aequo con el cava La Capella, de Juvé & Camps.
Es el tercer año consecutivo que La Guia de Vins de Catalunya sitúa este Corpinnat en el podio de los mejores vinos del país: el Llegat Familiar encadena premios en las categorías de Mejor Espumoso Tradicional, en la añada 2008; Mejor Vino Espumoso de Xarel·lo, en la añada 2010 y el triple reconocimiento de este año, en la añada 2011. Una concatenación que, para la bodega, es “símbolo de la excelencia que este vino persigue”. Según Jordi Alcover, Silvia Naranjo y Fran Ortiz, codirectores de la Guía, la añada 2011 presenta un equilibrio que ha dado en el clavo: “logra un punto de encuentro óptimo entre fruta, acidez y autólisis. Detrás, además, tiene la voluntad de una familia igualmente histórica y todo el apoyo argumental del grupo Corpinnat”.
Llegat Familiar es el espumoso de más larga crianza de Llopart, fruto de una sola variedad y de una sola viña: la viña de Paulino, un xarel·lo plantado el 1935. Es de edición muy limitada, de la añada 2011 saldrán a la venta unas 900 botellas, que tienen una crianza mínima de 156 meses. La primera añada, cosecha del 2007, vio la luz en 2021, y nació como homenaje a Pere Llopart y Jacinta Llopart, padres de la actual generación de elaboradores de la bodega. Los cinco hijos copropietarios quieren, con esta botella, “rendir tributo al rigor, la honradez y constancia” de sus padres, y a la “pasión de toda una vida dedicada a la transformación armoniosa del fruto de la tierra”.